El pasado jueves 16 saltaba la noticia. Una mujer acudía con su bebé de un año pidiendo auxilio a una estación de servicio de la autopista AP-7 (provincia de Barcelona). La pequeña tenía dificultades para respirar.
Los servicios de emergencias acudieron sin poder hacer nada por la niña, que estaba gravemente desnutrida. Sospechando que la madre pudiera ser responsable del mal estado del bebé, los Mossos la detuvieron para investigar el caso.
Más tarde se supo que la madre, junto a la pequeña y a su otra hija de 4 años, vivía «de forma alternativa», que la pequeña había nacido en una masía y que nunca había recibido atención médica de ningún tipo. Además era probable que la niña mayor no hubiera recibido las vacunas correspondientes.
Según algunos de los medios que he consultado (y cuyos enlaces os dejo abajo), la madre era naturalista y presuntamente estaba desplazándose hacia una masía para que la niña mejorara su estado de salud «respirando el aire del lugar».
Por todo ello, finalmente la mujer entró en prisión por homicidio por imprudencia grave.
Desconozco cómo alimentaba esta mujer a su bebé, pero negarle atención médica por sus ideas y creencias sobre la salud condenó a su hija.
Hace sólo 2 días me topé con este artículo relacionado con este tema. «Tres bebés ingresados con daño cerebral y raquitismo tras ser alimentados con fórmulas caseras basadas en una dieta alcalina».
En este caso, 3 familias distintas en Estados Unidos alimentaban a sus bebés con mejunjes basados en agua de coco. Bebés que tendrán secuelas graves de por vida.
En condiciones normales unos padres no querrían hacer enfermar a su hijo. En todo caso harían todo lo que estuviera en su mano para evitarlo. ¿Qué llevó entonces a estos padres a actuar así? ¿La desinformación? Tal vez consejos de su propio entorno, familia o amigos. Tal vez en su cabeza estaban haciendo lo mejor por sus bebés, sin saber que podían causarles la muerte.
Por eso nunca me cansaré de decir, como ya indica la Asociación Española para Proteger al Enfermo de Terapias Pseudocientíficas (APETP), que las pseudoterapias son peligrosas. Matan. Y más aún en niños y bebés.
Si alguna vez dudáis de lo que dice un profesional de la salud (médicos, enfermeras, nutricionistas….) tenéis todo el derecho del mundo a pedir una segunda opinión. Los médicos también se equivocan, por supuesto. A veces porque no tienen tiempo o medios suficientes para examinar al paciente (o las dos cosas) o porque están desactualizados.
Por eso siempre hay que basarse en la última evidencia científica. Pero nunca NUNCA hagáis experimentos con vuestros hijos y seguid siempre las recomendaciones de vuestro pediatra. Si hay algo que no os cuadra buscad una segunda opinión, investigad en páginas de salud oficiales como la de la Asociación Española de Pediatría.
O si tenéis la mala suerte de que vuestro hijo o hija tiene una enfermedad, consultad en asociaciones de las distintas enfermedades. Huid de las pseudoterapias (naturopatía, ozonoterapia, medicina china, medicina india o ayúrveda, bioneuroemoción, osteopatía, quiropráctica…). Hay muchísimas, así que es fácil caer en alguna. Pero que no cunda el pánico, siempre podéis contactar con la apetp si tenéis dudas.
Noticias sobre el caso:
https://elcaso.elnacional.cat/es/noticias/madre-nina-muerta-ap7-desnutrida-mossos_54763_102.html
https://www.elmundo.es/cataluna/2021/09/21/6149c9de21efa0ae6d8b45f4.html
https://cadenaser.com/emisora/2021/09/21/sercat/1632225091_674260.html
https://www.larazon.es/cataluna/20210921/kbti5fhvr5hfzprswgztwutkhu.html