Durante las últimas semanas hemos tenido cambios de tiempo muy bruscos. Entre eso, el polen, la Covid-19 y otros virus respiratorios como el resfriado común o la gripe vamos de cabeza.
Más de uno habrá visto en internet anuncios hablando de las maravillas del propóleo. Que si previene o cura el resfriado porque sube las defensas, que si es la panacea contra la obesidad, la diabetes… ¡incluso el cáncer!
Y todo gracias a las abejitas. Tan monas ellas entre coloridas flores…. No hay problema que no solucione Maya, decía la canción.
Pero, detrás de esa publicidad ¿hay ciencia?
El propóleo es una sustancia parecida a la resina que fabrican las abejas a partir de una mezcla de plantas, cera de abeja y la saliva de estos insectos.
Por ello contiene muchas sustancias que pueden tener propiedades contra virus bacterias y hongos ya que las plantas utilizan sustancias para defenderse de estos bichejos. Las abejas utilizan el propóleo para reparar grietas en su colmena y para protegerla impidiendo que la dañen parásitos. También utilizan el propóleo para momificar abejas u otros insectos que hayan muerto dentro de la colmena, así previenen infecciones.
Según varios estudios que he consultado, el propóleo contiene minerales, vitaminas y compuestos antioxidantes como los flavonoides, entre otros. Pero su composición varía muchísimo dependiendo de la zona geográfica, el clima, la estación del año y las plantas que hayan utilizado las abejas para fabricarlo.
Teniendo en cuenta la composición química del propóleo, se le han atribuido propiedades contra bacterias, virus y hongos, propiedades antioxidantes, antiinflamatorias, de activación del sistema inmune e incluso propiedades anticancerígenas.
Sin embargo, la gran mayoría de experimentos sobre el propóleo se han llevado a cabo en cultivos de células, lo que llamamos estudios in vitro, en ratones y ratas y a través de programas informáticos, los estudios in silico.
No hay suficientes estudios rigurosos en humanos, es decir, no hay suficiente evidencia científica qué apoye el uso del propóleo para por ejemplo prevenir o tratar enfermedades cómo las infecciones respiratorias o el cáncer.
Recordad que porque algo funcione en el laboratorio no quiere decir que funcione igual en tu cuerpo. Esto no quiere decir que no se consiga algún día, al fin y al cabo, muchos medicamentos se hacen a partir de sustancias que salen de plantas. Pero a día de hoy el propóleo que se comercializa no sirve para prevenir o curar enfermedades.
Sí que podría tener algún efecto aplicado a heridas como llagas en la boca o herpes labial.
Por último, algo muy importante. Como cualquier otro suplemento aunque sea “natural”, no quiere decir que no pueda tener efectos secundarios y en el caso del propóleo puede interaccionar con otros suplementos y medicación.
Referencias:
https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0753332221013822?via%3Dihub
https://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1002/med.21866
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC7430291/
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC8399583/
https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/34444754/
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC6600457/
Imágenes:
https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Propolis2.JPG
https://pixabay.com/es/photos/abejas-miel-abejas-de-miel-panal-345628/
https://pixabay.com/es/photos/abejas-colmena-insectos-macro-326337/