Hace años a mi abuelo le diagnosticaron un tumor en la garganta. El día de la operación fue uno de los más largos de mi vida. Diez horas de quirófano durante las cuales, entre otras cosas, tuvieron que quitarle parte de la lengua. Que por si no lo sabíais, llega hasta la garganta, no está sólo en la boca.
Después de aquella operación y varias semanas comiendo batidos de farmacia a través de una sonda nasogástrica, un tubito que va desde la nariz hasta el estómago, tocaba volver a comer.
Y llegó la tos. Se atragantaba. La cirugía, le había salvado la vida pero le había dejado problemas para una cosa que hacemos todos los días varias veces. Comer.
Se atragantaba con los alimentos sin triturar, ya no podía comerlos. Pero también se atragantaba con los líquidos, para él beber agua era un suplicio. Había desarrollado una disfagia.
Por eso el artículo de hoy, 12 de Diciembre, Día Mundial de la Disfagia, quiero dedicárselo a mi abuelo.
Probablemente entre los que me estáis leyendo también tendréis algún familiar mayor con disfagia, dificultad para tragar. Y es que, según una nota de prensa de diciembre del año pasado publicada por la Sociedad Española de Rehabilitación y Medicina Física (SERMEF), más de 2 millones de personas en España padecen disfagia. Y lo que es más preocupante, calculan que aproximadamente el 90% de las personas que la padecen no están diagnosticadas.
Por eso hoy quiero hablaros sobre este problema, para que entendáis por qué pasa, qué consecuencias puede tener y cómo ayudar a esa persona cercana que lo padece.
Causas:
Todos tragamos todos los días, muchas veces. Comida, bebida, saliva, medicinas… hasta mocos. Imaginaos que eso os cuesta trabajo, os duele o incluso no podáis hacerlo. El mecanismo de la deglución (tragar) es complejo y necesita muchas estructuras distintas que están en la boca, la garganta y el esófago.
Fuente: ADAM Images.
Al trabajar necesitamos que funcionen correctamente: la lengua, que es un músculo que empuja la comida hacia atrás; la faringe, que es el tubo muscular de la garganta; la epiglotis, esa telilla que impide que la comida “se te vaya por el otro lado”; el esófago (otro tubo muscular que lleva la comida al estómago) y un montón de terminaciones nerviosas.
Por eso, hay distintas causas que pueden alterar nuestra capacidad para tragar. Puede haber un problema que afecte a los músculos, una enfermedad que afecte a los nervios (como la Enfermedad de Parkinson), o a ambos, como la Enfermedad Lateral Amiotrófica (ELA) … Además, la enfermedad o trastorno que complica la deglución puede estar en distintas partes del cuerpo: la boca, la garganta, el esófago o incluso el cerebro, si por ejemplo hay Alzheimer o la persona ha sufrido un ictus.
¿Sabías que el esófago se mueve igual que las tripas? La comida no pasa al estómago sólo porque se mueve hacia abajo, por gravedad. El esófago empuja la comida hacia abajo. Por eso si el esófago no se mueve bien, la comida se queda atascada y no baja.
La disfagia puede estar provocada por distintos tipos de cáncer (si por ejemplo el tumor está en la garganta), distintos tipos de cirugía (como fue el caso de mi abuelo), incluso el haber estado ingresado en el hospital mucho tiempo, sobre todo en personas intubadas o con sondas que han pasado tiempo sin comer de forma normal, pero hay puede haber muchas más causas. Si queréis profundizar os dejo como siempre las referencias al final.
Al haber distintas causas hay distintos tipos de disfagia. Hay gente que sólo se atraganta con sólidos, otros con líquidos, y otros con los dos. Muchas personas pueden tener dificultad para tragar pastillas, y eso también se considera disfagia. Incluso gente que se atraganta con su propia saliva puede tener este problema.
Puede afectar a cualquier edad, pero es más común en personas mayores. A las que se añaden otros problemas para comer como pueden ser la falta de dientes o sequedad en la boca. Además de si tienen otros problemas de salud añadidos.
También es especialmente complicado en personas con cáncer, ya no sólo porque tengan un bulto (el tumor) en la garganta. Si no porque el tratamiento puede provocar yagas en la boca o la garganta y la comida le sabe a metal.
Síntomas:
Varían dependiendo de la causa, pero podemos sospechar que un apersona padece disfagia si tiene:
– Dificultad para tragar.
– Tos o arcadas al tragar.
– Dolor al tragar.
– Babeo.
– Sensación de que la comida se le queda atascada en el pecho.
– Reflujo (ardor en el pecho).
– Ronquera.
– Pérdida de peso.
Consecuencias:
En seguida vamos a hablar de las consecuencias para la salud física pero tenéis que ser conscientes de los problemas de salud mental que provoca la disfagia en quienes la sufren.
¿Cómo te sentirías si estuvieras viendo a tu familia o amigos a la mesa disfrutar de una comida rica sin problemas y tu no puedes? Sobre todo ahora que se acerca la Navidad. No puedes llevarte un trozo de jamón a la boca porque te ahogas. No te puedes tomar las uvas con los tuyos. O incluso ya no es que te atragantes, es que tienes una sonda y solo puedes comer batidos por el tubo que te cuelga de la nariz.
O, tal vez tienes sed pero sabes que te vas a atragantar y a toser un montón, así que prefieres no beber agua.
Perdonadme la expresión pero, seguro que te sientes como una mierda. Así que lo que haces es aislarte. No quieres comer con los demás. O sencillamente, con gente o sin ella, dejas de comer.
Teneis que saber que el hecho de no poder tragar puede provocar problemas de salud graves como la deshidratación (si no puedes tragar líquidos), la pérdida de peso y desnutrición a medio y largo plazo (por no poder tomar alimentos), neumonías recurrentes y puede ser fatal si nos asfixiamos al atragantarnos o si broncoaspiramos, es decir, que el contenido del estómago pase a los pulmones.
¿Y cómo ayudo a esa persona? ¿A quién puedo acudir?
Si notas algunos de estos síntomas puedes consultar con el médico de cabecera para que te derive al especialista que se necesite en cada caso, ya que va a depender de la causa y del tipo de disfagia.
Algunos de los especialistas que pueden ser de ayuda son los siguientes, pero como os digo, habría que valorar cada caso:
– Otorrinolaringólogo. Si el problema esta en la garganta.
-Especialista digestivo o gastroenterólogo. En el caso de que el problema esté en el esófago, por ejemplo, si hay reflujo gastroesofágico.
–Neurólogo. Por ejemplo en el caso de la Enfermedad de Parkinson o distintos tipos de demencia.
Por lo que más queráis, nada de acudir a curanderos, ni centros de acupuntura, reflexología, quiroprácticos… Os dejáis el dinero, el tiempo y la salud.
Dependiendo de si la persona se atraganta más con texturas más líquidas o más densas podemos probar distintos viscosidades. Si la persona se atraganta con líquidos, es importante prevenir la deshidratación mediante gelatinas (no de las que están cargadas de azúcar por favor). En las farmacias también venden sobres para espesar líquidos o sopas que no tienen sabor.
En el caso de personas que se atragantan fácilmente con los sólidos sería recomendable triturar la comida.
Además, hay distintos ejercicios de rehabilitación y medidas posturales diseñados por profesionales como logopedas que pueden ayudar en algunos casos. Y si nuestro hospital dispone de ella, aunque por desgracia no son muy comunes, acudir a una Unidad de Disfagia.
Se recomienda, masticar cantidades pequeñas e intentar hacerlo con calma. Evitar alimentos duros con los que se puedan atragantar como frutos secos y cosas con las que se puedan hacer daño como huesos o espinas de pescado. Os dejo más recomendaciones aquí y aquí.
Mantener una buena hidratación de la boca, ya sea con agua, gelatinas o geles y vigilar en el caso de las personas mayores si tienen dentadura postiza.
Para terminar, tened paciencia. Como le pasaba a mi abuelo, la hora de la comida o tomarse un baso de zumo fresquito en verano era un suplicio. Tosen, lo pasan mal. Apenas comen. Lo último que necesitan es que perdamos los nervios o les metamos prisa. Nunca metais prisa para que coma a una persona con disfagia.
Referencias:
https://www.sermef.es/wp-content/uploads/2022/12/2022-11-07-NOTA_Dia-disfagia.pdf
https://www.aita-menni.org/es/articulo/que-es-disfagia-ancianos/#dieta-disfagia
https://www.aita-menni.org/es/articulo/que-es-disfagia-ancianos/#dieta-disfagia
https://salusmayores.es/blog/estrategias-para-mejorar-la-deglucion/
Imágenes:
https://www.pexels.com/es-es/buscar/tos/
https://www.pexels.com/es-es/foto/dolor-gafas-camisa-a-cuadros-toser-11501479/
